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¡Hola!

¡Bienvenidos a La Punnet! Aquí encontrarán inspiración para comer rico, inteligente y - la mayoría de las veces - saludable. También podrán ver más sobre mi trabajo como fotógrafa y estilista de alimentos.

¡Donuts!

¡Donuts!

 

No sé ustedes pero yo amo las donuts. Hay momentos de mi vida que están marcados por esta masita en forma de anillo frita. De chiquita siempre elegía las de chocolate y maní. Era mi combinación favorita. Pero había una señora que las vendía en el preescolar donde trabajaba mi mamá y recuerdo que siempre nos compraba las rellenas de arequipe. Empalagaban pero eran celestiales. También recuerdo la primera vez que probé una Krispy Kreme (una marca de donuts americanas gloriosas, para quienes no las conozcan) calentada en el horno porque así las comía mi madrina que fue quien me las mostró. Una nueva experiencia porque aprendí a apreciar la simplicidad y perfección de una donut glaseada (hoy en día mis favoritas). Tampoco olvidaré nunca las que comí con mi hermana en un lugarcito en París que se llamaba “Bagels & Brownies” (súper francés, ¿no?). Es lo más cercano a una nube que he probado. Y cómo pasar por alto al carrito que se para diariamente frente a mi casa con donuts hechas cada día. ¡Lo máximo! Las amo y no hay nada que hacer al respecto. Me atrevería a decir incluso que son mi dulce favorito, pero no me gusta etiquetar tanto las cosas. Lo cierto es que aunque las amo no es algo que como a menudo. Estoy plenamente consciente de que se trata de una masa frita y que mi cuerpo no las necesita, ¡para nada! Hay que decir las cosas como son: las donuts son peores que los tequeños y las empanadas. Es grasa y azúcar en su combinación más perfecta y dañina. Pero no pasa nada por comerlas de vez en cuando.

Sólo las he preparado un par de veces en mi vida. La primera vez casi se me fue de las manos porque preparé unas ochenta. Pero me divertí muchísimo. Los toppings incluyeron desde dulce de leche hasta Cap’n Crunch. Ésta es la segunda vez que las preparo, creo, y también quise probar diferentes sabores y nuevas combinaciones. Debo decir que quedé muy contenta, sobre todo con las dos combinaciones más “raras”. Tal vez muchos de ustedes arruguen la cara, pero quienes disfrutan lo diferente tanto como yo probablemente suban una ceja y tal vez hasta quieran probarlas en sus casas. Estas fueron las de glaseado de romero y las de té matcha, ¡divinas!. También probé glaseadas con maple, glaseadas con té de Jamaica, chocolate, coco, nibs de cacao y glaseadas normales. Lo divertido de las donuts es que una vez que tienes tu arito listo no hay reglas. Pruébenlas con lo que más les provoque y disfruten. ¿Se animan a prepararlas?

Donuts

Receta de Epicurious (para 8-12 donuts)

Ingredientes:

1 cucharada más 1 cucharadita de levadura en polvo

1 taza de leche tibia

2 ½ tazas de harina

1 cucharadita de vainilla

3 yemas de huevo

2 cucharadas de azúcar

½ cucharadita de sal

4 cucharadas de mantequilla a temperatura ambiente

Aceite para freír

Para el glaseado:

1 ½ taza de azúcar nevada

3 cucharadas de leche

2 cucharaditas de vainilla

Preparación:

En un bowl mezcla una cucharada de levadura con ¾ taza de la leche tibia, mezcla y disuelve la levadura. Añade ¾ taza de la harina y mezcla hasta crear una pasta. Cubre con papel plástico o deja la mezcla reposar durante 30 minutos.

En una batidora mezcla el resto de la levadura con el resto de la leche. Añade la mezcla reposada, la vainilla y los huevos. Bate a velocidad baja durante unos segundos hasta que esté todo bien incorporado. Añade la harina, azúcar y la sal y mezcla a velocidad media. Añade la mantequilla y mezcla bien.

Con las manos amasa la masa y añade más harina si es necesario. No debe quedar muy pegajosa. Coloca la masa en un bowl grande previamente engrasado, cubre con papel plástico y deja la masa reposar de una a dos horas en algún lugar oscuro y cálido. Una vez pasado el tiempo de descanso que la masa haya doblado su tamaño, retírala del bowl y colócala en una superficie limpia con harina para evitar que se pegue. Estírala con un rodillo y córtala con un aro para donuts o alguna forma redonda. Colócalas sobre un latón y cúbrelas ligeramente con papel plástico. Déjalas reposar de 30 a 40 minutos.

Calienta el aceite a 360ºF. Fríe cada donut hasta que dore de cada lado, entre 1 y 2 minutos. Retíralas del fuego y déjalas drenar el exceso de aceite. Repite con todas las donuts.

Para el glaseado mezcla todos los ingredientes en un bowl hasta formar una pasta suave. Sumerge cada donut hasta cubrir su superficie. Drena el exceso y déjalas secar. ¡A disfrutar!

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